No caeremos aquí en la tentación de hacer lo mismo. Valga para nuestro propósito hablar de esperanza. Obama llega en un momento en que se necesita alguien que sea capaz de trasmitir esperanza y confianza: un catalizador para ambas palabras. Es posible que sólo con hacer bien esta función las cosas mejoren, pues la confianza es fundamental para hacer girar la rueda. Esta situación que vivimos nos lleva a pensar en el rol verdadero de los líderes, en su capacidad por aglutinar esfuerzos, y hacer que intereses individuales o contrapuestas puedan tomar fuerza en un camino común.
Creemos apropiada realizar aquí esta reflexión respecto al sector del vino. La enorme variedad y heterogeneidad de la realidad del vino en España hace pensar en lo útil que pudiera ser un referente que aglutinara esperanzas y ambiciones, una voz que sirviera de Eco a las otras. Una voz que sea escuchada y cuyas propuestas se transformen en acciones en cada rincón, y que éstas sirvan para multiplicar el impacto conjunto de todas las acciones.
En un sector tan heterogéneo como el del vino, donde hay muchas voces, y muchas de ellas enormemente válidas y que cumplen una función, en ocasiones desinteresada, es probable que falte sin embargo una voz mayor. Un sector no es un páis, ni un Estado, así que encontrar una voz que genere este "Efecto "Obama" que comentamos no es fácil.... Pero no estaría mal que así fuera. Para empezar, su eco se reproduciría en el exterior, y eso sería, ya de por sí, un enorme avance en términos de marketing e impacto de imagen sobre nuestros vinos.
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