Son muchas las personas con las que hablo últimamente que me
dicen, casi extrañados, “estoy redescubriendo Rioja”… y no deja de llamara la
atención, pues Rioja es tierra líder, casi indiscutible en ventas nacionales y exportación…
Rioja es al vino español como el Mallot amarillo del Tour de Francia.
Ser líder tiene sus problemas, a pesar de que a todo el
mundo le apetece ser líder… aguantar no es fácil, da igual la inercia que se
tenga. Lo cierto es que Rioja tuvo la suerte de que la filoxera arrasara
Burdeos y que los franceses bajaran a por uva al Sur. Allí se encontraron Rioja
y sin duda, dejaron su impronta en la elaboración. El uso de envejecimientos
prolongados ha marcado el carácter de los vinos de Rioja. Pero un método de la
elaboración es replicable –salvo excepciones raras- y la réplica de los métodos
de elaboración hizo que cientos de productores de otras regiones copiaran la
elaboración y replicaran el estilo de vinos un tanto oxidados y con clara sabor
a fruto rojo y vainilla.
Las modas cambian, incluso en un mundo tan estable y
conservador como el del vino, y la búsqueda de más sabor frutal, menos roble y
oxidación, vinos de mayor expresión hizo que Rioja pasara a un segundo plano,
no en ventas, pero sí tal vez en valoración subjetiva de calidad…. Y muchos
comentarios se han repetido, y seguro que todos los hemos oído, e incluso
dicho, del estilo “ponme algo que no sea Rioja” … un cierto elemento de “riojitis”
. Buena culpa a parte de la moda de vinos más intensos en fruta, puede deberse
al “sota, caballo y rey” de muchas cartas de restaurantes que, de aburridas,
llegaron a enfadar a mucha gente, harta
de beber 3 vinos que siempre saben igual, pues son mezcla de uva de muchas
parcelas, y no sorprenden, porque no buscan sorprender, ni ser distintos, sino
ser predecibles y valor seguro.
Esa realidad del líder que vende y que se aprovecha de que
la media de bebedores ve crecer su poder adquisitivo y lo tiene como referencia
de valor seguro, tiene, podemos resumir, un precio. Ese precio se hace más
evidente si el panorama de regiones y productores que buscan y encuentran
elementos diferenciales en el Terroir o tipicidad de una combinación de
terreno, variedad y elaboración. El ataque al líder se produce de multitud de
retadores desde lo que es más atacable: la singularidad o el valor de lo
diferente. ¿Harto de probar lo predecible?... Venga aquí, haga un tour hasta mi
viñedo y encuentre un vino diferente y expresivo y…
Quien haya visitado Rioja se sorprende sin embargo de las
diferencias enormes que existen entre el suelo y el clima en sus sub-regiones,
e incluso dentro de éstas. ¿Por qué no vender entonces Terroir y singularidad y
diferencia? Es simple: el líder aporta un valor de lo predecible, y este valor
lo ha aportado un método de elaboración que viene de largo. Todo ello ha
funcionado bien,¿ por qué hablar de otra cosa? Sobre todo si pensamos que la
mayoría de las marcas productoras no puede presumir de terroir, pues compran
uva, y en ocasiones de agricultores que si bien dan calidad, no dan el mismo
tipo de uva. Es por ello muy lógico de
entender los comentarios de riojitis de mucha gente, pues la misma potencia y
fuerza del líder se basa en un modelo de producción histórico: los franceses
compraban uva y vino para criarlo en Burdeos… El bodeguero compra uva de diferentes
parcelas para criar posteriormente: el
método tiene más peso que el terroir, y el método, es así, da estandarización,
difícilmente tipicidad.
… Y sin embargo mucha gente en tiempos recientes comenta: “
estoy redescubriendo Rioja”. Tal vez sea casualidad, pero son todo gente que ha
visitado Rioja, que ha hecho enoturismo allí, por su cuenta, o como parte de un
grupo o de un tour de vino. El espectáculo vinícola que ofrece Rioja no es
fácilmente replicable: la Tierra es hermosa, y lo es gracias al viñedo, y a los
pueblos que salpican la llanura entre pequeños valles que suben y bajan, en un
marco que en el Sur delimita la Sierra de la Demanda y en el Norte la Sierra de
Cantabria. Lo cierto que es la tierra evoca tipicidad, y también es cierto que
son cada vez más los productores que hablan de ello, conscientes como son de
que en sus parcelas hay tipicidad, tal vez no en las de quien elabora desde
cientos de parcelas, pero sí en su caso…. Y conscientes también de que el
método es replicable, y que a pesar de la incercia y la potencia es necesario
defenderse, o atacar., en especial si la partida se juega en el ámbito
internacional, donde todos los grandes hablan de sus diferencias, y donde Rioja
es uno más, destacado, pero uno más, y no es un gran líder como puede ser
Burdeos.
¿Qué conclusiones se pueden sacar de estas reflexiones? Que
la competencia es muy sana, pues hace evolucionar a todo el mundo. También que
de la competencia se sale más fuerte, y que hace que uno se mira más al ombligo,
y también busque como mostrar más sus fortalezas… y una tercera, muy
importante, y es que el enoturismo sin
duda acerca a la marca, le aporta de los valores más diferenciales de ésta: los
que le da la tierra y sus gentes, dos cosas que sólo se pueden ver y comprobar
durante un Tour de vino, que se ven de verdad
mientras se visitan bodegas , eneste caso de Rioja.