Son muchos los extranjeros que, llegados a España, se
sorprenden por 2 elementos de los vinos rosados que encuentran en restaurantes
y tiendas. El primero de ellos es el color: la extracción que se realiza en
España da lugar a vinos rosados que no son muy comunes en otros países,
empezando por Francia, donde los vinos rosado siguen teniendo un color mucho
más ligero, provocado por la oxidación y el contacto menor con los hollejos
durante la fermentación.
El segundo elemento que llama la atención es el del precio.
¿Son tan baratos? Ha sido la pregunta más de una vez al ver en un lineal un
vino de Navarra o Cigales que, una vez abierto, deja al comprador bastante
impresionado… Lástima que el precio no acompañe a la percepción de calidad, lo
que hace que siempre quede la duda de si lo que se toma es realmente bueno.
Lejos de los 3€ o
menos a los que se encuentran vinos rosados españoles queda los más de 20€ que
cuesta Miraval Rose 2012. Una parte de la diferencia está sin duda en la
botella, muy elegante, con una imagen que denota Glamour y nos recuerda a
Hollywood. Y el recuerdo va unido a la realidad: Miraval se elabora en el
Chateau Miraval, una bonita propiedad de que elabora vinos en Provenza, allí
por la Costa Azul. El lugar es bonito, pero no sé si para justificar los 40
millones de Euros que pagaron, y aquí la historia se vincula con Holywood por
Angelina Jollie y Bratt Pit.
De momento las primeras 6.000 botellas que lanzaron se
vendieron en pocas horas, lo que tampoco es difícil de entender siendo quienes
son los dueños de la bodega. Es lógico pensar que para la pareja una inversión
de este calibre es una más entre la abultada lista de inversiones que sin duda
compone su portafolio. Es posible que el hecho de ser un lugar bonito y de que
el vino sea algo que les guste ayude a considerar ésta una inversión muy
especial. La pregunta de si una inversión en una bodega es buena o rentable es
siempre delicada. Más allá del criterio de rentabilidad, es muy probable que el
comprador vea más cosas. Espero que éste sea el caso para los actores, pues a
cosechas de 6.000 botellas les va a costar un rato poder compensar los 40
millones de Euros invertidos, aunque no sería de extrañar que en poco tiempo empecemos a ver sus botellas por Sotheby´s, con precios astronómicos pagados por fans de todo el mundo.
20€ por un rosado es sin duda una cantidad destacable,
sobre todo si es de Provenza, para gustos se hicieron los colores, a mi
personalmente no me dicen nada estos vinos. … y aunque no haya probado éste, no
creo que el diseño de la botella guarde un secreto muy distinto a las varias
botellas de vino rosado de Provenza que he abierto.
Queda una reflexión final sobre el tema de cómo vender un vino rosado a 20€. Está
claro que la misma no trata sobre la necesidad de invertir 40 millones, mal
iríamos, pero sí sobre el valor del marketing. Los vinos rosados gozan de poca
popularidad en España; mucha gente hay que incluso no los considera vino, o que
los trata como vinos de segunda clase. Lo cierto es que el marketing lo puede todo:
una botella repleta de glamour, una pareja de famosos, la escasez con la que se
sacan los vinos (nada más entrar en la web del chateau nos aparece un mensaje
para que dejemos una dirección de correo, de este modo nos mantendrán
informados de cuándo sale el siguiente vino a la venta), etc. Se tratan todos de elementos que no tiene el
rosado en España: no se produce en las regiones más reputadas, ha exceso de
oferta lo que tumba los precios, los precios por los suelos destruyen la idea
de glamour… e incluso de calidad. ¿Qué famoso local bebe vino rosado con
orgullo y glamour?
Es cierto que no todos los días aparecen dos ricos y guapos
americanos en tu puerta para comprar una bodega, pero al menos, por qué no, se
podrían dar a probar los vinos rosados en los cursos de cata de ciudades como Barcelona o Madrid. En algunos ocurrirá, pero lo más normal es que no ocurra.
Sería algo.