Un Loro se escapa y su dueño, preocupado, coloca en su ventana un vasito de vino y unas patatas fritas Pringles... y el loro vuelve, como loco, al redil.
Es una historia verdadera, que ha ocurrido, como no, en el Reino Unido hace unos días. El loro en cuestión se llama Reggie, es de color verde, y vive en Brockely, en el Sur de Londres. Tras estar desaparecido 24 horas el dueño decidió colocar una copa de vino y unas patatas fritas en la ventana y el loro no se pudo resistir... y volvió.
La historia tiene muchas vertientes: el mal uso del alcóhol en animales es una. Otra, más científica, tiene que ver con la naturaleza animal y el uso de refuerzos positivos para modelar la conducta (como en los estudios de los famososo perros de Pavlov) Otra vertiente es, sencillamente, la humorística o cómica: no deja de resultar gracioso que un animal escapado vuelva a casa ante la llamada del vino y las el aperitivo de patatas. Seguro que a muchos amantes de animales la historia le puede resultar una aberración, pero no deja ser cómica, y de hacer pensar en el tipo de historias de las noticias que gente como Almodobar recoge para sus películas. El dueño comenta que el loro Reggie tiene hábitos malos y que gusta del alcóhol. Seguro que no se debe a que se lo haya ofrecido y reido de lo lindo con el tema... También habría que ver qué tipo de palabras ha hecho repetir al loro. Vale más no pensar en el tema en exceso, pues sino la noticia pierde su nota humorística.
Es mejor quedarse con el toque cómico de la noticia para un viernes de crisis. Esperamos que a nadie se le ocurra la idea de dar probar el vino a los animales... aunque seguro que más hay más de un animal suelto que sabe distinguir entre un Cabernet y un Merlot.
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