domingo, 9 de mayo de 2010

Hacia un Enoturismo de Calidad... ¡¿y cantidad?!

Que el potencial del Enoturismo en España es grande, es algo lógico. Que seamos capaces de sacar provecho de este potencial es cuestión algo más incierta en su respuesta.

De manera paradójica, y al igual que ocurre con el vino, la cuestión muchas veces clave en el mundo del turismo es la disyuntiva entre cantidad y calidad. En el extremo de la cantidad, en el vino, tenemos las cooperativas con sus millones y millones de litros... En el turismo tenemos los millones y millones de turistas que disfrutan del sol y playa en hoteles y apartamentos de todos los gustos y niveles de precios. Millones igual.

Del lado de la calidad, nos movemos a la exquisitez de algunos productores, que elaboran vinos de enorme calidad en nuestras tierras y que, sin embargo, tienen muy complejo, o casi imposible, el que se les ponga a la altura de productos franceses (por poner un ejemplo). Los franceses han sido estrellas en el vino, no por su calidad, sino por haber sabido conjugar durante tantos años calidad y cantidad. Algunos Grand Crus de Burdeos viven no del todo lejos de Caves Coperatives donde se produce en masa, mezclando "terroirs" y calidades. Se dice que los vinos franceses, a igual punto de precio no tienen la misma calidad que los españoles o muchos otros... Cierto. Pero esto no deshace la cuestión: su percepción de calidad elevada se ha construido con masas de vino a su lado. Una ecuación muy difícil de encajar.

Hacemos la reflexión pensando en cómo se puede conjugar en España el turismo de cantidad y el de calidad asociado al vino.... El turismo de sol y playa y de masas es totalmente necesario para poder sustentar los puestos de trabajo y la ocupación que tanto hotel y edificios demandan. Y la impresión que derivan las cifras que se publican es que el turismo de más calidad, ése turismo de interior, cultural o gastrómico que presenta España es, hasta el momento, mucho más un producto para la escapada de fin de semana del propio español.

El encaje de bolillos requiere que todas las personas que tienen responsabilidad sobre la promoción de enoturismo piensen en como encajar la idea de calidad frente a la cantidad, o de aprovechar ambas. Que Jerez y el Penedés sean los destinos enoturísticos más demandados responde a su cercanía a las playas (ese día gris, ¡qué bien sienta a las bodegas!)

Hay muchas razones para ser optimista. Rioja, Ribera del Duero o Somontano han realizado enormes inversiones para promover el turismo de vino. Galicia empieza a hablar de forma más seria sobre este tipo de turismo. En Navarra pasa el Camino de Santiago, lo mismo que en el Bierzo. En Madrid hay rutas de tapas (y vinos) y en Murcia ý Málaga se podría aprovechar mucho de la cercanía a las playas. La Mancha tiene el mayor viñedo del mundo.... pero también el handicap de enormes distancias.

El optimismo se puede ver claramente en la nueva imagen y campaña para la promoción del turismo en España. Se usan 5 "claims" para atraer turismo: uno es "come"(ven) y es precondición para los siguientes: discover, enjoy, taste y experience. TASTE. La apuesta está allí, y muy clara. Las rutas del vino de la mano de Acevin deben dar forma al producto, o al menos a parte del mismo.

Si de veras se cree que España puede cumplir el papel de gran destino enoturístico, con todo lo que este desarrollo puede implicar, se debe trabajar, y de veras, en las personas responsables de dar este salto. En todos los niveles. Hacen falta conocimientos específicos para vender enoturismo: una visita a una bodega en la Rioja no puede ser sólo una visita. Tiene que ser una historia, un cuento, una experiencia. La reserva de un hotel en la Rioja no puede ser planteada como quien reserva sol y playa: se deben dar mucha información de qué cosas se pueden hacer, pues esto no va de sentarse y tomar el sol. . Nos resulta bueno traer a colación una noticia reciente de Hunter Valley en Australia. La incluimos aquí como muestra del modo en que se elige un responsable para liderar la promoción de la zona, pero también, para mostrar la filosofía qu trasciende a la financiación de todo el esquema de turismo: la reflexión es de calado y se puede resumir así: no se puede esperar que las Administraciones lo hagan todo. Hay que invertir, y asumir riesgos desde el lado privado... pero hay que exigir a las Administraciones que pongan las bases para que esta inversión sea efectiva.

“As the peak wine tourism body for the Hunter Valley, our organisation will work closer with the industry to initiate and implement exciting, innovative and high impact marketing campaigns to grow the value of tourism to our area, provide stakeholders with a greater return on investment and to improve the visitor experience to Hunter Valley Wine Country,” Son las palabras de Dean Gorddard, el nuevo responsable de promoción turística de Hunter Valley .

“As funding sources from the industry, local and state governments come under increasing pressure, the current funding model for the business will be assessed and, if found to be unsustainable, the industry and our organisation will need to lead the move to a new plan for the future.”

Es importante que en el enoturismo no pase como en el ámbito del vino, y que se consiga conciliar de una forma más efectiva calidad y cantidad. El enoturismo tiende a la calidad, y es lógico: esperemos que la percepción de calidad no sea afectada por el turismo de masas de nuestras costas. De igual forma, ésta idea de calidad no debe nublar la vista: ¿Y si hay verdaderas opciones de que algunos destinos, o partes de ellos sean destinos de enoturismo de masas? El sector estaría, sin duda, muy agradecido si cajas y cajas se meten en miles de vuelos de Ryanair.

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