viernes, 19 de febrero de 2010

La cerveza con más alcohol del mundo.


No es nuevo, y seguro que su aplicación tiene mucho más tiempo del que podamos pensar, el hacer uso de cuestiones con cierta controversia para hacer ruido en favor de una marca. Ryanair, la compañía irlandesa de bajo coste es seguramente un ejemplo muy presente para todos, pero no son, como digo, ni mucho menos los primeros ¿Benetton con sus campañas de niños? ¿Renault con la campaña del tamaño importa..? Seguro que todos recordamos ejemplos.

La pregunta clave en estos temas es, sin duda, dónde está el límite. Dónde trasgredir se convierte en un problema más que en una ayuda a la marca. La respuesta no es sencilla, pero sin duda que hay que tener mucho cuidado al respecto.
Brewdog, una compañía escocesa de cerveza, tiene una forma llamativa y peculiar de entender el marketing. Sin duda su enfoque no es convencional. Un ejemplo: como campaña para tener la atención de inversores, lanzaron un programa con el nombre Equity for punks en el que pedian a sus bebedores que sean ellos los que se involucren en el accionariado (equity for punks = acciones para punks = sus consumidores) Los nombres de sus cervezas son curiosos, pero llama especialmente la atención la competición que la empresa mantiene (y hace uso de este reto como contenido de sus campañas de marketing) por ser la empresa que consigue tener la cerveza con mayor graduación del mundo. En Noviembre de 2009 anunciaban el lanzamiento de una cerveza de 32% de alcóhol: Tactical nuclear penguin .. pero una compañia alemana les ha arrebatado el "liderazgo": Shorschbrau, con su marca Schorschbock lanzó una cerveza con 40% de alcóhol... nuevos líderes, nuevo ruido en los medios... pero el liderazgo de Shorschbrau sólo duro 2 semanas, pues Brewdog lanza su cerveza con 41% de alcóhol, Sink the Bismark (= hundir a Bismark) ... La empresa habla de tecnología para alcanzar esto, así como del cuidado de la cerveza, y de la necesidad de ser responsable en el consumo, pero tambén alegan la rivalidad nacional frente a Alemania: ¿Quién es más bestia? podríamos decir que es el himno de la competición. Es difícil pensar que esto ha acabado aquí, y hasta se podría decir que entre las 2 companías podrían llegar hasta a un acuerdo por el que la "competición" favorece a las 2. Vamos, como si calentaran motores para subir un grado al mes antes del mundial.
Es evidente que la campaña tiene efecto (aquí escribiendo, aquí leyendo) pero hace pensar en los límites de este tipo de táctica, y ésta es la reflexión que se pretende hacer aquí . Es posible que el empujón mediático que se consiga se pueda acabar por convertir en un problema si autoridades o la opinión pública deciden que todo tiene un límite y atacan sin piedad el caso. ¿Qué podría ocurrir? Pues que el público objetivo se redujera a un grupo mucho más pequeño de lo que se piensa... sería auqello de mucho ruido y pocas nueces. El tiempo dirá si con esta campaña han traspadado algún límite o no, ése es el riesgo de jugar en la frontera de lo permitido. Resulta también interesante pensar en cómo se puede usar la transgresión en un mundo tan formal y tradicional como el del vino. Seguro que hay formas, y seguro que no tan "peligrosas"como éstas que mencionamos de la cuasi apología de la alta graduación.

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